Todo
olor a sueños
Nido de frescura,
tú eres brazos de madre abiertos
tomándome por la cintura,
encendiéndome en el gozo de tu carne atizada
por caricias del sol
eres besos
guardados por fibras
salpicadas de resplandores de sal del
pasado
nido-escudo de mis grandes temores
alivio de tristezas
amargo aroma dulzón
voz queda siempre mimosa
abrazos solícitos a la ocasión…
(aunque incomoden a la gente
¡QUÉ
IMPORTA!)
Susurros de tus sueños a mi oído
o cuando ríes de las locuras que solo yo sé
decir.
En tus cabellos, sé que atesoras el
palpitar más íntimo de las risas de tu
madre
(gracias a ello creció en ti el humor,
esa única
risa enrevesada que sabe levantarme el ánimo…)
Y los recuerdos añejos de tus llantos
inundan tu piel
(esos llantos que a estas alturas puedo
decir que
casi reconozco cuando ocultas)
Y así eres para mí:
a veces azúcar, a veces hiel
pero igual TE QUIERO.
Tu voz arrulladora acalla mi frío constante
tu caricia derrama visiones de ilusión
si tuviera que elegir, conmigo siempre te
llevaría
(aunque sé que eso no es posible
porque lastimosamente el mundo tiene sus
reglas,
y no se consigue el arreglo ideal que
anhela uno…
pero aún así, cómo quisiera meterte en mi
maleta
cuando viajo…
Obstinada
impertinente con la que te has metido…
Sabes
que burlaría reglas por ti…)
Y cuando me pregunto por qué te quiero
recuerdo cómo eres:
mezcla precisa de risas, rabias y anhelos
(porque así es amor
hay momentos buenos y malos
pero me he prometido amarte
aún cuando dudas,
aún cuando lloras,
o cuando ninguno de los dos
sabe cómo levantarse
después de habernos caído,
o cuando no sabemos secarnos nuestras
lágrimas…)
Eres cofre profundo de llantos y secretos
TODOS esos detalles
que nos contamos hace un tiempo
a la sombra de nuestros pasados
todo eso, sumado y mil veces multiplicado,
en asombrosa complejidad
fractal vasto, ancho y maravilloso como la
antigüedad del universo
donde lo más valioso tiene matices de
misterio:
entre
más sencillo es tu reír,
más
profundo es lo que aprendo
Así eres tú
multiplicador de risas
guardián con alma de niño fascinado
con ojos de luciérnagas transparentes
titilantes
así eres tú,
todo olor a sueños.
-Sandra Gómez (Nela Vega), 2013
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